Cuando nos referimos al oro damos por hecho que es una inversión de muy bajo riesgo, por lo que históricamente ha sido una de las opciones a tener en cuenta por los adversos a las opciones financieras. Algo parecido se podría decir del Real Estate. Definitivamente no ocurriría lo mismo con el Bitcoin por su alta volatilidad.
La serie analizada en este caso por Reporte Inmobiliario comienza con una cotización de unos 140 dólares por onza de oro en el año 1977, y 320 dólares por m2 de departamento (56% de diferencia a favor ladrillo) para ubicarse hoy en 2.330 dólares la onza contra 2.096 dólares el metro cuadrado de depto usado en Zona Norte de CABA (11% la diferencia a favor oro). La brecha que existía los últimos años entre ambos activos se fue acotando paulatinamente a partir de una revalorización o sostenimiento del oro, y en el caso de Buenos Aires con una depreciación del valor metro cuadrado por la última crisis que hizo que los valores se ubiquen actualmente un 29,8% por debajo del pico del 2018.
A la tradicional comparación* que hacemos hace años desde RI, le agregamos al análisis de manera anecdótica la inversión que fue estos años “estrella” entre los más jóvenes, el Bitcoin.
A pesar de la fuerte volatilidad de la moneda virtual, en pocos años pasó a ser la ganadora por lejos, llevando su cotización de 0,03 U$S en el año 2010, a cotizar a finales del 2021 en la franja de los 60.000 dólares; para luego desbarrancarse durante todo 2022. Aunque a partir de finales de 2023 el bitcoin duplicó su precio, y siguió aumentando hasta el rango de los 100.000 dólares, dejando a la moneda muy bien parada con respecto al oro y al ladrillo.
A pesar de las similitudes en las oscilaciones de oro VS ladrillo, el oro nos muestra un comportamiento más estable en la serie hasta el año 2012, para luego tener retracciones en el periodo 2012-2017 y comenzar a recuperar terreno, mientras que las propiedades siguieron subiendo en ese lapso en Bs As, retrayéndose los últimos años, a partir de la conocida crisis económica, múltiples devaluaciones y la Pandemia. En el último años el m2 en Bs As ya muestra signos de recuperación aunque esta recuperación no hace mucha meya en la comparación:
Ahora se pueden ver y trabajar con los gráficos interactivos en nuevo panel de Estadísticas
Comparando las tres series podríamos decir que los inversores en Real Estate urbano residencial no se vieron tan perjudicados a pesar de la baja de valores de los últimos años. El oro se mantuvo en estos años con una suba sostenida y el bitcoin nos muestra que su volatilidad puede ser muy atractiva en algunos periodos pero para salir corriendo en otros.
Hay que tener en cuenta que quién adquirió el oro en 1977 recurrió casi con seguridad a guardarlo en una caja de seguridad y no generó absolutamente ninguna renta, por el contrario se debería descontar el proporcional de los gastos de mantenimiento de la caja de seguridad, mientras que la propiedad habría generado un ingreso adicional por alquileres desde el año 1977. El Bitcoin tampoco genera renta.
Seguramente si se hubieran guardado las percepciones por alquileres de los 47 años del departamento podría comprarse de mínima otro departamento similar al que se tuvo alquilado. El m2 genera una renta “adicional” por alquileres, mientras que el resto no.
Hace tres años comenzamos a comparar al Bitcoin que en ese momento demostraba una performance increíble comparada con el oro y el ladrillo. Pero nos hacíamos varias preguntas:
1: a qué valor tomaría un propietario un bitcoin a la hora de hacer una transacción de venta de propiedad;
2: si el tenedor de bitcoin dormía tranquilo con las múltiples claves y usuarios para acceder a su inversión virtual y
3: si la volatilidad de esta opción mostraría el mismo comportamiento en el largo plazo, cosa que aún nadie puede asegurar.
Este año el Bitcoin mejoró su performance al igual que el año pasado, habrá que seguir analizando las series para verificar si el largo plazo hace que esta opción comience a competir con el inversor más tradicional local que sigue prefiriendo al ladrillo.
