Sin embargo, a poco de un mes, la situación hoy ha empeorado.
Aparentemente la teoría del desacople no está funcionando, por lo menos en materia de acceso a la vivienda, a la luz de los números concretos con que debe enfrentarse alguien que aspira a comprar su casa y no cuenta con el dinero suficiente o con alguien que se lo facilite por cuestiones afectivas que dejen de lado todo interés financiero.
Así las cosas, para acceder a un crédito para la compra de un departamento de tres ambientes de calidad media usado en una localización promedio de Capital Federal que permita pagar una cuota a 20 años, a setiembre pasado había que demostrar ingresos superiores a los 9.000 pesos mensuales (9.112), para calificar. A octubre ese ingreso ya no alcanza: ahora habrá que sumarle casi 1.000 pesos más ($ 932 exactamente). La cuota que así, hipotéticamente habría que abonar para comprar un departamento cuyo costo se mantuviera en los 75.000 dls. del mes de setiembre se incrementó en un 10.22 % pasando de 2. 278 pesos mensuales a 2.511. La diferencia de 4,5 puntos adicionales a los que corresponden por la devaluación del peso en el costo de la cuota, se explica en función de un mayor costo financiero total del crédito.
Pero lo que resulta aún más desalentador no es tanto el mayor costo mensual de las cuotas, que se encontraban ya al alcance de muy pocos, sino la certeza de que esta situación será extremadamente difícil de revertir en el mediano plazo. La mínima esperanza que persistía dentro del ánimo de los más optimistas que consistía en la aplicación de Fondos de las AFJPs para el apalancamiento de largo plazo y como sostén securitizador de hipotecas que permitiera calzar plazos de préstamos con el de depósitos y así mejorar las condiciones de los créditos queda sepultada con la posible estatización de las AFJPs.
Precisamente dentro de las mediáticas jornadas organizadas por el Banco Central de la República Argentina en noviembre pasado, el foco incluso explicitado por el propio presidente de la entidad estaba puesto en la posibilidad de aplicar los fondos de las AFJPs y Bancos oficiales en instrumentos financieros que viabilizaran un crédito más acorde al bolsillo y la realidad de quienes tienen que acceder a la vivienda.
Inflación, crisis del campo, y lo que ahora se sabe será más un contagio que un desacople de la crisis financiera mundial, hacen privilegiar la inmediatez frente a lo importante, no porque lo urgente no resulte relevante o no merezca atención, sino por la imprevisión y la falta de atención repetida acerca de temas centrales como también lo es el de la vivienda, el cual ahora si definitivamente, queda en manos exclusivamente del Estado.
© ReporteInmobiliario.com, 2003-2008, miércoles 22 de Octubre de 2008.
