Dentro de un marco de escasez de recursos destinar parte de los pocos disponibles a la industria de la construcción resulta positivo.
Ahora bien, se impone la máxima rapidez, efectividad y transparencia en su efectivización con el fin de revertir la pérdida de puestos de trabajo del sector y traccionar a través de la construcción la mejora en otras actividades.
A estas horas sólo se conoce lo anunciado por las autoridades económicas, pero se descuenta que sería una línea ligada a la autoconstrucción o refacción de vivienda similar a la implementada en el origen del Procrear.
Siendo así, se puede descontar un efecto directo en la ocupación de mano de obra concentrado casi en exclusividad en la cuentapropista y una reactivación de la venta de materiales de corralón.
Las incógnitas, por estas horas, son las condiciones, cuando se hallarán disponibles y quienes estarán en condiciones de asumir o tomar estos créditos sino la más importante aún: qué impacto tendrá la pandemia en la forma en la que se desarrollarán las obras en los próximos meses.
Lo que está claro es que más que atender a una medida micro de política de vivienda o para un sector determinado a través de esta operatoria del Procrear el foco del gobierno está puesto en su utilización como medida anti cíclica en materia económica aprovechando el poder multiplicador de la construcción.
© ReporteInmobiliario.com, 2003-2020, miércoles 18 de marzo de 2020