Así en este año el 50,46 habitamos en ciudades, mientras que hace 60 años a mediados del siglo XX, los que lo hacían eran una clara minoría sólo el 28, 83 % de los pobladores de la tierra y dentro de 40 años los habitantes urbanos sumarán, de acuerdo a las estimaciones de la UN el 68,70 %.
Nuestro planeta contaba en 1950 con 729.317.000 habitantes, conteniendo hoy nada menos que 3,486,326,000 multiplicandose prácticamente por 5 y para llegar al número de pobladores del mundo en 2050 el multiplicador será cercano a 9, ya que el numero de seres humanos alcanzaría para dicho año según la UN los 6,285,881.000. Pero, si el crecimiento de la población en general es cuando menos mucho más veloz que otras épocas o centurias, el incremento entre mediados del siglos XX y XXI, de la población urbana asumiría cifras aún mucho más voluminosas. Mientras que en al inicio de la década del 50 del siglo XX el número de “ciudadanos” era de alrededor de los 210 millones de personas, en un siglo pasará a ser de algo más de 4.300 millones. Así la población urbana en cien años se multiplicaría casi por 21.
En este 2010, las diez urbes más populosas del planeta suman un 72 % más de población que en 1975. Sin embargo para 2050 los diez núcleos urbanos con mas gente contendran un 18,5 % mas, marcando en cierto sentido la saturación de algunos núcleos urbanos y/o el limite de su crecimiento. Buenos Aires presente en la actualidad dentro del ranking de las top ten en población quedaría relegada en 2050 al 15° puesto.
Sin embargo relegar posiciones o crecer a menor vértigo no significa no hacerlo, ya que el área metropolitana de Buenos Aires aumentaría en casi 700 mil habitantes su número de moradores en sólo 15 años, nada menos que el equivalente a una ciudad de La Plata o Mar del Plata.
Pero lo que pone en tensión a los núcleos urbanos de este siglo XXI no es solo el incremento del número de sus habitantes sino las transformaciones de los sistemas de relaciones sociales, culturales y económicas y como repercutirá todo este conjunto en lo que en definitiva debería interesar y que es la causa que motiva a hacerse habitante citadino: una mejor calidad de vida.
La tecnología aplicada a actividades rurales y el avance de la mobilidad y comunicaciones resultan protagónicas en la migración de la población del campo hacia los núcleos urbanos. El salto tecnológico y de las comunicaciones asume el doble rol de destrucción creativa propio del capitalismo a ultranza. Innova y relega.
Pero, también la vida urbana, requerirá cada vez más de la utilización de la tecnología para hacerla, paradójicamente, humana y vivible. Se establece así una dependencia casi absoluta de lo artificial por sobre el desarrollo de lo natural. Para mitigar esa relación de subordinación, en ciudades de países desarrollados, léase Francia, Reino Unido, Alemania, USA, entre otros, es una realidad la fuerte tendencia y el incentivo de algunos de sus gobiernos, hacia proyectos arquitectónicos sustentables ambientalmente.
Los caminos a explorar en esta materia involucran, como mínimo, la aplicación del diseño y el uso de materiales y técnicas constructivas que conduzcan a la reducción de la utilización de fuentes de energía convencional en los proyectos y a operar desde el punto de vista urbano en el fortalecimiento de la "localidad" y de medios de operación o servicios que aprovechen el uso de las nuevas tecnologías de comunicación con el fin de reducir la necesidad de traslados motorizados.
Resulta así indispensable tomar conciencia de lo que está debajo de nuestros pies, sobre lo que estamos parados y así hacer pie firme para planificar, regular, proyectar y construir en la nueva realidad del planeta urbano.
*Introducción a la Valuación de la tierra Urbana –XIV Congreso Argentino de Valuación – Mayo 2010 - Bs. As. – Arq. José Rozados - Reporte Inmobiliario.
VER PRESENTACIÓN XIV CONGRESO ARGENTINO DE VALUACION
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